martes, 14 de junio de 2011

La noche de los poemas

Hay momentos que los marca el destino y aquella noche no fue una excepción. El refugio de nuestros poemas se descorchó y nos sumió en una velada inolvidable. Gracias a Rafa y Silvia (Sexto Elemento) y a Luis y Boni (Vinostrum), Nina y yo escogimos disfrutar y acertamos. El gran ausente, Ximo (Mas de Sella) al cual echamos en falta pero que se unirá seguro en el siguiente Joc Floral. Tres proyectos que están intimamente ligados por la esencia de sus orígenes que cada uno de sus autores ha sabido transmitir de una manera. Tres proyectos pequeños pero diferentes y auténticos.

Una velada memorable donde disfrutamos de dos modos de interpretar la poesía del vino. Dos proyectos románticos en un mundo demasiado tecnificado. Dos davides que se enfrentan a un ejército de goliaths: Sexto Elemento y Bodega Mas l'Altet. Ambas historias están marcadas por la tenacidad y por el profundo amor al vino. Nuestras Celestinas no quisieron perderse la cita y Boni y Luis de Vinostrum fueron parte de la noche inovidable. Aunque ausente, en esta ocasión, el mágico Mas de Sella estuvo presente en todos nuestras conversaciones.

La cena con la que Rafa demostró su gran pasión por la cocina, nos hizo disfrutar de sabrosas sorpresas y fue el perfecto acompañamiento de nuestros vinos.

Kronos se sentó a la mesa cuando servimos el Sexto Elemento 2008 y detuvo el tiempo. Eran las 23h y la noche acababa de empezar. La sutileza de esta bobal se abre con tal delicadeza que sus aromas casi son hipnóticos. Era Rafa quien explicaba toda su filosofía de cómo la tierra habla y la viña interpreta y lo traduce todo en esas uvas que su tatarabuelo ya cultivaba. Mientras, parecía, que su vino repetía aquellas ideas a nuestros sentidos. Pero la emoción no decayó. El Sexto Elemento quiso darnos el placer de poder disfrutar de su ecléctica creación del 2009. Algo diferente, algo nuevo se oculta tras este vino: la bobal es frutosidad pura. Estructurada pero con una armonía que desconcierta por su pureza. Este vino, sólo reservado para unos pocos, es el horizonte de un paraíso que se esconde entre los versos que una elaboración adecuada  descubren en los atardeceres de la Venta del Moro. Emocionante es poco para describir a este vino.

Cuando ya la cena avanzaba dimos paso a nuestro AVI 2008. Fue para nosotros un momento especial por estar acompañados de amigos que lo aman tanto desde el inicio. Y no nos defraudó. Fue emocionante sentir ese mosaico de aromas que tanto hemos trabajado por obtener. Esa franqueza e intensidad que con equilibrio y armonía muestran su lado femenino, delicado y elegante. La boca fresca y vibrante me recordó a mi tierra, la que mi abuelo tanto amaba, y que la visita de la muerte no le permitió disfrutar. No te olvido.

¡Ah! Que noche y que velada tan llena de pasión por el vino. Tan sincera de emociones, amistad y amor por la vida. Estos vinos tienen alma. Están hechos con las manos y con corazón. Como Rafa, muy ocurrente, comparó: somos como poetas que no pueden vivir de su poesía y que por ello trabajan, para mantener vivo su sueño creativo, somos poetas del vino.

Quizá este sea el sentido final de la creación. Quizá este sea el inicio de una gran antología.

Y sin avisar recuerdo que Kronos se levantó de la mesa y de pronto los relojes marcaron casi las 3 de la madrugada.

Gracias, gracias y mil gracias.

Nina & Alfredo